El film nace del impulso de crear una acción conjunta: la exploración de la danza improvisada en espacios exteriores y el reto que supone reescribirla con la cámara.
El primer encuentro de trabajo se plasma en una filmación que abre el rumbo creativo del proyecto. Vika se mueve explorando el espacio. Ariadna la observa con la cámara. Nace la cápsula 300113.
Durante el proceso de creación, redactan el Manifiesto del Sí, que enmarca el territorio de exploración y reflexión del proyecto.
En cada sesión de filmación, la danza completamente improvisada, surge del encuentro con el espacio y con los elementos que lo componen. La cámara atestigua la acción desde la misma incertidumbre e interviene reescribiendo el movimiento; captura lo imprevisible y lo dota inevitablemente de un nuevo sentido.
La filmación se desarrolla sin un rumbo predeterminado y sin comunicación verbal entre las artistas durante las improvisaciones.
La pieza no cuenta una historia; entreteje imágenes que conjugan la mirada, el movimiento y el entorno, reflejando el proceso de creación y comunicación entre Vika Kleiman y Ariadna Pujol a lo largo de tres años.
La intención durante la edición ha sido ser fiel al momentum que se generó durante las improvisaciones y a su vez permitir que las imágenes dialoguen entre sí por reverberación.
La improvisación como proceso y resultado
En danza, la improvisación suele ser utilizada como una herramienta para la búsqueda y selección de material, que luego se tamiza y coreografía en la creación de una pieza. Este film da visibilidad a la improvisación como territorio artístico y lenguaje estético en sí mismo.
La improvisación es entendida en este proyecto como un trabajo de escucha permeable y permanente con el espacio, donde el rumbo de la danza emana desde la incertidumbre y fragilidad que supone la creación en tiempo real.